Su sangre no fue enterrada

En el año 2010 se construyó el monumento en conmemoración de José Luis y José Antonio Arévalo Alvarado, hermanos que fueron asesinados durante el Conflicto Armado Interno. La familia es la encargada del cuidado y mantenimiento de ese lugar histórico, que guarda la memoria de dos muchachos. El monumento se hizo por esfuerzo propio con la ayuda de la ONG Sagrada Tierra en febrero de 2010.

Organización que lo publica: Memorial para la Concordia