El derecho a reencontrar y reencontrarse
Pedro fue a la tienda, pidió el ocote y la tendera le dijo algo que lo impresionó: “Lucía no es tu mamá”. Lo mismo ocurrió otro día cuando fue a comprar a la tienda de doña Petrona, otra vecina: “Ella no es tu mamá. Tu mamá no es de aquí. Tú eres de otro lado”. Leer artículo.
Organización: Memorial para la Concordia